miércoles

Una de esas cosas paranormales

En el cine, según mi costumbre, me quité los zapatos y los puse debajo del asiento. Cuando terminó la proyección, descubrí con horror que habían desaparecido. El cine estaba prácticamente vacío, de manera que no me los habían podido robar. 


Seguramente fue una de esas cosas paranormales que suceden ahora; de todos modos, tuve que soportar las risitas de los acomodadores hasta que me marché a la calle en calcetines (el derecho, además, estaba roto). Como mis padres vivían cerca, decidí ir a verles para que me prestaran unos zapatos con los que llegar a casa.


Juan José Millás, Préstamo

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