Menos metáforas
— Tenía que empezar por algún lado así que vendí mi cama.
— ¿Por qué? ¿A quién?
— A un matrimonio hondureño recién llegado a Madrid, no tenían donde acostarse.
— ¿Los conocías?
— No, puse un anuncio en Internet y llamaron, vinieron ellos mismos a buscarla, se la llevaron a mano.
— ¿Y ahora, dónde duermes?
— No me acuesto, me quedo dormido en el sofá, viendo la tele o escribiendo.
— ¿Y eso en qué ha cambiado tu vida?
— Por el día estoy más cansado, pero me levanto antes y hago más cosas, por la noche no pierdo el tiempo, veo más películas y escribo diferente.
— ¿Cómo escribes ahora, con más adjetivos?
— ¿Estás loco? Con menos metáforas.
Terry Salgado, "Oído en un bar", Bares sin nombre
No hay comentarios:
Publicar un comentario