sábado

Vida contrafactual

¿Dónde estaría yo ahora, en el instante en el que escribo esta frase, de no haber tropezado con Julio Verne en una biblioteca pública? ¿Cabe imaginar mi vida sin el Viaje al centro de la Tierra?

 

Juan José Millás, Futuribles


Imagen de la Avenida de Portugal de Salamanca durante un ataque alienígena
 

lunes

Pensando

- ¿Te has preguntado alguna vez por qué cosas estás dispuesta a morir o cuáles no abandonarás nunca?

- ...

- Dime...

- Estoy pensando.

 

Bastien Vivés, El gusto del cloro



domingo

La realidad

El cine no nos informa de un único mundo, sino de muchos. No nos habla de una sola realidad sino de un número infinito de ellas.

Abbas Kiarostami



lunes

Estrategia

Fran se asoma con una media sonrisa al fondo del vaso. ¿Qué haría si dejase su empleo en el banco? ¿Cuál sería su estrategia para continuar siendo pasivamente infeliz?

José Ovejero, La invención del amor





sábado

Barcelona, 28 de julio de 1909

Es que solo lo que pase en el interior puede llegar al exterior. (...) Hasta que el tsunami no nos moje los pies no vamos a reaccionar.
Miguel Brieva

martes

Tormentas de interior


Hay ciudades invisibles, vivibles, moribles, horribles y hasta comestibles; hay ciudades para caminarlas, para nadarlas o sobrevolarlas como uno pueda. Hay ciudades de mar y de mal, de altura y de bajura, de fresa y de menta, y de mentira... aquí quería llegar ¿conoce las urbes que no existen? ¿quiere hacerse una? No se despiste, a estas ciudades se las conoce también por otros nombres: barrocas, de cartón, doradas, del fin de los tiempos o de fin de semana. Hay quien dice que le matan, pero no sabrían estar lejos de ellas, quizás porque también ellos son así, quizás porque les compensa o porque les da morbo o por pereza de viajar.
Prepárese un café muy cargado y apunte (a ser posible a lápiz para luego poder borrar): mucha luz (de la que engaña), muchos dorados, cortinajes, andamios, flores secas, alcanfor, un río literario, un género desbordado, gárgolas encastilladas, casullas con carcoma, oro robado al moro, panoplias para comer, apellidos raros para dormir, asuntos pendientes para merendar, glorias polvorientas, paseos, carreras y carretas sin ton ni son.
¿Ya lo tienen? Mézclenlo, alíñenlo con cuidado, con saña y con sueño, denle su toque personal, póngale un nombre, proveanla de estudios, de estadios, de floclore, de tableros y retablos (de las maravillas) y de trajes nuevos o viejos (para el emperador).
Cuentenme qué nombre le han puesto, y, si son generosos, qué apellidos, y no escatimen en elogios, y tiren ya los dados por favor.