martes

Estar de humor

Rosa Ingelmo tenía contratada por horas a una mucama.

Cuando Rosa viajaba a Córdoba para ver a sus padres, la mucama se ponía su ropa y sus perfumes, se sentaba en su butaca y a veces, si estaba de humor, salía a cenar o al teatro con el marido de Rosa Ingelmo.

Cuando Rosa volvía a casa tenía mucho trabajo de plancha acumulado.

Nazaré Lascano, Cuentos de Parque Chas


No hay comentarios: