Cuando empezaron a confundirme con Carlos mi vida cambió.
En el metro, una exnovia de Carlos empezó a gritarme que volviera con ella, un matón me dio una semana para pagar mis deudas y una anciana sacó un revólver mientras decía “Lo pagarás caro, Carlos”.
Llegué a casa desesperado, llamé y abrió una mujer que debía ser mi esposa.
— Usted no vive aquí, si sigue molestando llamaré a la policía.
Ahora duermo en la calle, todavía oigo que murmuran “Pobre Carlos”. No sé cómo decirles que soy otro, alguien que perdió un metro que no ha vuelto a pasar.
Cuando empezaron a confundirme con Carlos mi vida cambió.
En el metro, una exnovia de Carlos empezó a gritarme que volviera con ella, un matón me dio una semana para pagar mis deudas y una anciana sacó un revólver mientras decía “Lo pagarás caro, Carlos”.
Llegué a casa desesperado, llamé y abrió una mujer que debía ser mi esposa.
— Usted no vive aquí, si sigue molestando llamaré a la policía.
Ahora duermo en la calle, todavía oigo que murmuran “Pobre Carlos”. No sé cómo decirles que soy otro, alguien que perdió un metro que no ha vuelto a pasar.