sábado

Deshoras

La joven entra dibujando el aire con gestos tenues. Se sienta en una banqueta y cruza las piernas, largas como sombras.
—Estoy por cerrar —le digo. Ella sonríe. Miro el reloj. Suspiro.
—¿Qué te ofrezco?


Jorge Accame, Deshoras

viernes

Poema

Cuando leo un poema genial en sueños, me despierto y salgo de entre las sábanas como el ahogado al aire. Ya en la vigilia, busco en todos los libros, sin hallarlos, los versos que me abrieron los ojos. Busco el poema que soñé como busca a Dios quien sabe que no existe.

Juan José Millás, Oración

jueves

Huellas

La belleza, en una ciudad como Madrid, está en lo que sucede en un abrir y cerrar de ojos, en la inflexión de una mirada o un gesto, en una armonía compositiva que solo ha llegado a existir porque la capta un fotógrafo, pero que de otro modo desaparecería sin huella. En Madrid casi no hay más paisaje que el paisaje humano, que es el territorio privilegiado de la fotografía.

Antonio Muñoz Molina


miércoles

El silencio es un pez

En el río de Heráclito
El pez pesca al pez,
El pez descuartiza al pez con el filo de un pez, 
El pez construye un pez, el pez vive en el pez,
El pez huye del sitiado pez.


Wislawa Szymborska

martes

Historia de España XIV

Hace ya algunos años que lo más moderno en España es no avergonzarte de tus padres. Frente a la modernez de los noventa, donde nadie era de ningún sitio si podía dar a entender que era casi de Nueva York, llega esta ola de vindicación provinciana, de homenaje al origen, que ha dejado las novelas vacías de neón y afters, sustituidos por animales de granja y mangueras en verano.


Residente nº 1991-ESP: Ana Iris Simón
26 Oct 2020/Alberto Olmos

domingo

Trastienda

Gay Talese dijo que escribía así porque se pasó la infancia en la sastrería de sus padres; yo, en la trastienda de un colmado y en un bar de pueblo.


Miqui Otero

sábado

Últimas tardes

Mis relaciones actuales con Teresa, después de estos años de convivencia, no solo son buenas sino incluso más estimulantes de lo que yo había supuesto.


Juan Marsé

sábado

Curriculum Vitae

Sale llorando en la foto del curriculum vitae y no recuerda la razón,
Puede que se cayese en mitad de la acera,
Puede que le diesen una mala noticia en ese momento
Justo antes de entrar
Al fotomatón y de sentarse en el taburete azul y plateado


Camino Román, C.V.

Imaginación


Lo he descrito ya todo e imaginación nunca tuve.


Diego Álvarez Miguel

viernes

Contención

Con su
San Jorge, Donatello estaba evolucionando en su arte escultórico. Él quería sustituir la delicadeza y los refinamientos de obras precedentes por una nueva y vigorosa observación del natural, algo que en este caso se manifiesta en numerosos detalles de la figura, especialmente en cómo están talladas las manos e incluso las cejas.

Pero, como algo propio del Renacimiento, se trata de observar el natural para representar un ideal. Aquí el ideal del hombre caballeresco y también religioso, un joven fuerte, valiente y seguro de sí, con el que se habría de identificar la ciudadanía florentina.

Lo vemos sereno y retador, y transmite sobre todo energía y valor. Algo que se ve en su rostro y también en su postura contenida. Se trata de un personaje con un enorme aplomo y con mucha decisión. Y todo ello nos llega no por los gestos de la figura, ni por una postura exagerada. Todo lo contrario. Todo es contención en su presentación, y en cambio nos llega su fuerza interior y su decisión, con un bello rostro que mira con valentía hacia delante y al propio espectador.

A. Cerra, San Jorge de Donatello

jueves

Creo que soy un gato

Aislarme mi refugio inevitable, tomar té de jengibre y tocar la flauta, me gusta tanto como estirarme por las mañanas cuando creo que soy un gato.

Tusita

lunes

Una caja enterrada en un bosque austriaco

(Benvenuto) Cellini realizó entre 1539 y 1543 un fabuloso salero en marfil, oro y esmalte para el rey Francisco I de Francia en el que destacan las figuras de Neptuno y Ceres protegiendo un pequeño cuenco en el que se depositaba la sal. Robado del Kunsthistorisches Museum de Viena en 2003, este invaluable tesoro fue recobrado después de pasar tres años enterrado dentro de una caja de plomo en un bosque austríaco.


ANA VEGA PÉREZ DE ARLUCEA

Indulgencia

30.-Defectos que me inspiran más indulgencia. 

La torpeza, la mentira y la cobardía.


Adolfo García Ortega

domingo

Del laberinto...

Somos seres laberínticos. Basta con observarse las huellas digitales.


Raúl Aceves

sábado

La mejor fruta

Desde que los viejos se fueron a la residencia todos los días entran en su casa. Yo los oigo desde mi habitación y los puedo ver desde la ventanita del cuarto de baño. 

Es una pareja y los conozco. En realidad lo conozco a él, es un hombre de mediana edad que vende fruta en el local de abajo. Tiene una mujer muy simpática y dos niñas pequeñas. Desde que se fueron los viejos sube tres días a la semana con una mujer joven a la que yo nunca había visto por el barrio.

Cuando veo al tendero no me atrevo a mirarle a los ojos, bajo la voz y parece que sea yo la que lleva una culpa en la espalda. Él, sin embargo, es muy amable conmigo, me recomienda la mejor fruta y a veces me regala alguna pieza.

Greta Sholutskaya, Reinicio

Historia de España XIII


Las he bordado con el hilo que he podido arañar del taller de labor. Son unas zapatillas de esparto con una mariposa bordada. Dáselas a mi sobrina Lolita, que dentro de unos pocos días cumplirá dos años. Son para ella y para la hija que tendrá. Para que caminen por el dilatado mundo que no conoceré. Que vivan la vida que no podré vivir. Estas zapatillas significan “no me olvidéis”.
 

Carta de despedida de Martina Barroso García, de 24 años, en la mañana de su fusilamiento el 5 de agosto de 1939

La seducción del caos

Y la ciudadela parecía definitivamente inexpugnable.


Basilio Martín Patino

viernes

Estoicos

Maestro, ¿cuál es el secreto de tu serenidad?
Entregarme incondicionalmente a lo inevitable.

Combates

VII

Desde hace unas cuantas temporadas Santiago ha descubierto la magia del azar. Prueba suerte con todos los juegos que conoce, visita con frecuencia el casino y participa en apuestas deportivas. 

Santiago cree que la casualidad gobierna la vida y que la suya está detrás de alguna serie de números. A veces, cuando la suerte le resulta esquiva, Santiago trata de intervenir, pero entonces no se le puede llamar azar sino destino.