sábado

Inés Barba

A Inés Barba, la mujer de Ángel Caridad, venía a buscarla un taxi de madrugada.
 
Yo empecé a oír el taxi una noche en la que me desperté de un mal sueño a las tres de la mañana y me levanté a comprobar que estaban cerradas las puertas y ventanas de la casa.

El ruido del auto en medio de la calle le daba a la noche un aspecto amable y misterioso. Me asomé y pude ver un taxi esperando con los faros encendidos. Miré por la ventana pensando que, quizás, estaba mirando a través de un sueño. Cuando apareció Inés Barba me oculté de forma instintiva.

Inés llevaba un vestido corto y negro, tacones altos y un bolso grande, miró hacia los lados de la calle para comprobar que nadie la veía y después se metió en el taxi como si se volviera a la cama.

A partir de ese día me despertaba todas las noches con el ruido del motor del taxi. Nadie más en casa lo oía, pero yo me levantaba muy excitada, sin sueño y sin pereza, y me acercaba a la ventana que ya había dejado preparada, con la persiana subida, antes de irme a dormir. Y allí estaba Inés, con su vestidito, su bolso y su pelo recogido, su mirada vigilante y su taxi que, en cuanto ella entraba, arrancaba y se iba calle adelante en dirección suroeste.


Muchos años después me encontré con Inés en Madrid, almorzamos juntas y me contó que sabía que yo la miraba.


Nazaré Lascano, Cuentos de Parque Chas



No hay comentarios: