lunes

Estando despierto

Los sueños estando despierto se inician en algún momento de los primeros diez años del niño, normalmente a los ocho años o los nueve. En esa edad, el niño se proyecta inevitablemente en términos de poder, sin más. Por lo general es más rápido que una bala, tiene más potencia que una locomotora y puede superar edificios de un solo salto. Se convierte en el Gengis Khan del cuarto curso, en el Atila, el rey de los Hunos, del centro comercial, en el general George Patton del grupo scout. 

Sus padres se ven torturados hasta la muerte de un modo terriblemente creativo: por ejemplo, sobre el fuego, ensartados al final de unas lanzas, alguien los fríe como si fueran palomitas de maíz. A veces, el niño llega a tiempo para salvar a sus padres: a veces, de hecho casi siempre, llega demasiado tarde y, después de acabar con los malos, concentra su imaginación en sí mismo, y se ve desfilando en medio de un gigantesco cortejo fúnebre, bañado en lágrimas.

Luke Rhinehart, El hombre de los dados

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