martes

A sangre

A los ocho días de su último encuentro Andrea le entrega a Darío Varona en mano una traducción escrita a sangre, es decir, sin márgenes. 

Darío hojea sobre la mesa de la cervecería los folios impresos buscando un hueco en el texto que le permita respirar. Pero en esos folios no hay un solo espacio libre.

—  ¿Ocurre algo inspector?

Cuando Darío alza los ojos y mira a Andrea se encuentra en el trayecto con sus labios, esta vez sin marcas de espuma.

—  Buscaba un punto y aparte.
—  Mala suerte inspector, yo solo conozco el punto final.

Nazaré Lascano, Cuentos de Parque Chas



No hay comentarios: