Dibujar un personaje con las espaldas anchas siempre tiene sus riesgos. Puedes crear, sin querer, un ser sufriente, un santo sin coraje o un buey de ojos acuosos.
Es importante salirse de uno mismo, buscar un héroe amortizado y convertir su valentía en resistencia. Después de unos capítulos es conviene dejarle descansar.
Terry Salgado
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