Le llamaban Rico. No era rico, era moreno y llevaba unas gafas grandes y sucias. Decía que había estado en la guerra. Conducía un furgón y repartía bebidas por los bares del este de Buenos Aires.
Estaba casado y tenía hijos, era un hombre simpático. En una ocasión metió a seis niños en la furgoneta para dar una vuelta por el barrio y desapareció.
Nazaré Lascano, Cuentos de Parque Chas
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