miércoles

Un hombre vulgar

Lorenzo sabía que el primer amor nunca se olvida.

Una noche en la que habíamos bebido demasiado soltó la frase como una bomba. Cuando la bomba cayó solo emitió un ruido hueco y un montón de confeti. ¿Cómo podía haber salido una frase tan manida, tan estúpida de una boca tan ácida como la de Lorenzo?

Es la primera vez que lo vi realmente avergonzado. Y la última quizás.

Aquel acto de desnudar su inteligencia y quedar como un hombre vulgar me llenó de ternura. Me tenía que querer mucho o tener un sentimiento fuerte hacia mí, fuera el que fuera, cuando fue capaz de quedarse en paños menores.

No se lo tuve en cuenta, sin embargo él no lo olvidó. Durante mucho tiempo jugó a escondidas a amante celoso, pero el juego además de ser aburrido era inocuo. No encontró a nadie y tuvo que inventarse a algunos hombres que pasaron por mí sin entrar en mi alma.

"Los hombres sois simples, no entendéis nada, no sabéis por qué os pasa todo lo que os pasa y generáis caos cada vez que tratáis de arreglar cosas que no tiene arreglo o que no están estropeadas".

Lorenzo caminaba por las calles con un revólver pegado al pecho, fantaseaba con encontrarse con alguno de aquellos tipos al doblar cualquier esquina. Soñaba con volver atrás en el tiempo sin darse cuenta de que el tiempo siempre te atrapa.

Nunca entendió nada. Como todos.

Nazaré Lascano, Cuentos de Parque Chas


No hay comentarios: