domingo

Rojo sandía

— Sus cuentos están llenos de hoyos ¿podría explicarnos por qué?

— No son ninguna metáfora o símil de la vagina, ni del acto sexual.

Hubo un murmullo en el patio de butacas parecido al de un estadio cuando el delantero local falla un penal.

 — Ni las braguitas rojas son una metáfora de la virginidad, por si era esa la siguiente pregunta.

 —¿Tienen esas figuras entonces un significado concreto o son aleatorias?

Creo que la pregunta me ofendió, como si realmente fuera la autora.

— ¿Aleatorias? Todo tiene un significado, nada es aleatorio.

Pensé que los editores podrían estar satisfechos con aquellas frases supuestamente ingeniosas que no decían nada, sin duda debía comprometerme un poco más.

— ¿Qué significado pueden tener, o tienen, entonces?

— Les daré algunas pistas, cuando encuentren ropa interior en una novela es posible que la autora hace tiempo que no se cambia de bragas. 

El murmullo era ahora más intenso, pero más apagado, si el olor a sudor tuviera sonido sería aquel murmullo. El periodista que me interrogaba se creció.

— ¿Y, entonces, los hoyos?

— Los hoyos nunca son un buen augurio. Los últimos auguraron un descenso en las ventas, por eso es que me han visto la cara al fin y he venido a España.

No me hizo falta mirar de nuevo a mis jefes, su caras rojo sandía, daban un fulgor que iluminaba el escenario. 

Nazaré Lascano, Cuentos de Parque Chas




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