martes

Lo inmenso y lo minúsculo

Cuando tomaba demasiado podía darle por lo inmenso o por lo minúsculo.
No sé qué era peor.

Si le daba por lo inmenso se podía tirar en medio de la calle con los brazos abiertos, echar a correr sin dirección o hacer unos aspavientos estrafalarios que imaginaba movimientos de algún tipo de arte marcial que solo él conocía.

Si le daba por lo minúsculo podía diseccionar cada frase, cada palabra y cada pensamiento hasta lo ridículo o hasta lo sublime.

Tanto da.


Nazará Lacascano, Cuentos de Parque Chas

No hay comentarios: