sábado

Personajes de ficción

— A menudo sus personajes hacen cosas porque sí.


Estaba de acuerdo, los personajes eran poderosos, pero actuaban como personajes, por impulsos, porque lo decía su autora, porque sí.


— ¿Vos no haces cosas porque sí?
— Puede ser, pero yo soy real, tengo ese derecho.


Me pintaba por haberme puesto a defender lo indefendible, por arrastrada, por estómago agradecido.


— Estoy de acuerdo.
— ¿Está de acuerdo en que sus personajes no tienen razones para hacer lo que hacen?
— Trato de darles una realidad que a menudo no merecen —hice una larga pausa— y eso provoca que acaben actuando de manera ilógica o se salgan del esquema. Sinceramente, es un defecto que no sé si podré corregir.


Las preguntas venían de una chica muy joven, llevaba lentes, era flaca y se agarraba a un bolígrafo para hablar. Se sonrió ante mi última frase.


— No digo que estén mal escritos, de hecho hay varios personajes que me los llevaría para casa, lo que ocurre es que me descolocan sus decisiones cuando no obedecen a nada.


Me gustaba aquella flaca.


— Ten cuidado.
— ¿Cuidado? ¿Con las decisiones que no llevan a nada?
— Con mis personajes, ¿los dejaste solos en casa?


La flaca se ruborizó, mordisqueó el bolígrafo e hizo como que apuntaba algo. Hubiera sido estupendo que ella o yo hubiéramos hecho algo ilógico, porque sí. Pero no podíamos, a esas alturas ya éramos ficción.


Nazaré Lascano, Cuentos de Parque Chas


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