lunes

Un lenguaje común

Una noche me lo encontré en el café La Habana. Casi no había parroquianos y el Ojo estaba sentado junto a los ventanales que daban a Bucareli con un café con leche servido en vaso, esos vasos grandes de vidrio grueso que tenía
La Habana y que nunca más he vuelto a ver en un establecimiento público. 


Roberto Bolaño, Putas asesinas

No hay comentarios: