Se admiten anuncios por palabras o solo anuncios, o solo palabras.
Por aquellos días yo no podía imaginar que detrás de un sencillo anuncio a la puerta de la biblioteca del Retiro podía estar toda una madeja de causas, toda una serie de azares.
A veces me hago la eterna pregunta estúpida de los fabuladores "Si lo hubiera sabido ¿habría hecho lo mismo?" Cómo hacer entender al mundo, cómo hacerme entender a mí misma que si hubiera hecho lo mismo el resultado habría sido otro.
Nazaré Lascano, Cuentos de Parque Chas
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