Ventanas y vanidad
— No te lo podrás creer, pero cuando yo era chica no teníamos puerta en la casa.
— ¿Cómo que no teníais puerta? ¿Qué quieres decir?
— El argumento es fácil, no había puerta para entrar y salir del apartamento.
— ¿Pero ¿Qué dices? ¿Por dónde entraban entonces? ¿Por la ventana?
— Entrábamos y salíamos por el balcón.
— ¿Y esa rareza? Eres un poco rara.
— Ya ves, hasta que no me hice mayor no fui consciente de que era una rareza.
— ¿Y en qué piso vivías?
— ¿La altura?
— Sí, la altura. ¿Era un piso muy alto? ¿Ya tenías alas?
— Vivíamos en el tercero.
— No me contestaste lo de las alas.
Nazaré Lascano, Cuentos de Parque Chas
No hay comentarios:
Publicar un comentario