domingo

Tardes de cine

Leo se acomodó en la butaca en la oscuridad y se sintió muy bien, muy feliz. Le invadió una sensación de paz y tranquilidad. Había muy poca gente en el cine. Eso era lo que más le gustaba. En el cine podía pensar y sentirse extrañamente pleno. Era una sensación que no podía definir.
Juan Madrid, Cartas bajo la manga

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