Despeinados fragmentos sin destino
Caminamos sobre una época con un presente encharcado y un futuro que ha
perdido compostura. No es decadencia, sino metamorfosis estética y ética
rodando por los suelos.
Exponiendo sus grandes ruinas no como desechos
de vertedero sino como fascinantes y despeinados fragmentos sin destino.
Tan descabalados, tan descabellados como asombrosamente bellos.
Vicente Verdú, El sexy del desorden, El País 31/12/2016
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