sábado

Las ocho de la mañana

Eran las ocho de la mañana y acababan de dejar atrás un Madrid lluvioso, caótico, agresivo. La Barcelona que les esperaba al otro lado del puente aéreo no estaba, según la radio, en mejores condiciones. Muchos viajeros agradecieron íntimamente que se les sacara de la rutina habitual con un falso secuestro.


Juan José Millás, El secuestro aéreo

 

 

lunes

Repasando

Los labios. En su informe el detective había sostenido que mientras Fátima esperaba en la entrada a que el inválido apareciese, tenía por costumbre repasarse de pintura los labios.


Eloy Tizón, Seda salvaje

 

 

viernes

Oficios de futuro

Hacer una descripción precisa de aquello que no ha tenido lugar es el trabajo del historiador.

Oscar Wilde