Pero acaso lo más interesante de este último paso a la categoría de diferencia
de un miembro de una pluralidad de repetición es la circunstancia de
que se dé de la manera más exactamente analógica, en miembros de
antagonismo deportivo. Así ocurrió, en efecto, cuando los cuatro
partidos del circo romano, blancos, rojos, verdes y azules, fueron
copiados, hacia el siglo V d.C., por el circo de Constantinopla,
reduciéndose de cuatro a dos —tal como parece exigir el más puro
paradigma del antagonismo—, los famosos Partidos del Circo: Verdes y
Azules, de los cuales uno adoptó la nota específica de “monofisita”,
para pasar a la categoría de la diferencia. El antagonismo
deportivo parece ser el que mejor cuadra por el modelo del postulado de
Carl Schmitt sobre el resorte fundamental de la política: amigo y enemigo.
Rafael Sánchez Ferlosio, La clarividencia de Defoe, El País, 25/05/2014