jueves

Las flores amarillas

Algunos de nuestros amigos hacían bromas con los cuernecitos de
Snail Girl. "¿Es cierto que solo duelen cuando salen?" "¿Son contagiosos?" "¿No te importa llevarlos a todas horas?"

Snail Girl sonreía y, entre risas, les daba respuestas sencillas. "Sí, son como los dientes lo peor son los primeros días" Sí, ten cuidado que todo se pega menos la belleza". "No pasa nada, cada uno lleva su cruz".

A mí todos aquellos comentarios me parecían una pesadez y le regalé un sombrero precioso, con unas flores amarillas que tapaban sus cuernecitos. Snail Girl lo cogió sin decir nada, pero cuando salíamos con nuestros amigos siempre se ponía el sombrero.

A partir de ese día todos, incluido yo mismo, la mirábamos con más curiosidad, y todos estábamos deseando quitarle el sombrero para ver si ahí debajo seguían los cuernecitos.

Pero desde ese día ella no volvió a dejarle a nadie que mirara. A mí tampoco.

Terry Salgado

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