Resignación
En realidad, últimamente, dicen, Madrid se está llenando de fantasmas.
Sería, quizás, cuestión de protegerlos.
Al fin y al cabo, como es sabido, el hombre inventó al fantasma para contarse la historia del lamento que perdura. Quiso que una presencia en la sombra le hablara del sentimiento contrario a la resignación.
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