viernes

Just a perfect day



Just a perfect day;
drink sangria in the park.
then later when it gets dark
we'll go home.
Just a perfect day;
feed animals in the zoo.
then later a movie too,
and then home.

LOU REED


En Lou Reed se podía confiar, porque siempre se la jugaba por todos nosotros. Cada álbum nuevo traía un nuevo riesgo, tierra ganada al mar. Hay gente que se muere y no pasa nada. Con la muerte de Lou Reed yo noté el empeoramiento real del mundo. También en estos cinco años he notado el envejecimiento de su memoria. La iconografía de Lou Reed envejece. Sus videos de los años setenta, colgados en Internet, se están volviendo amarillos.
Pensé que si alguien no podía volverse amarillo en nuestros recuerdos ese iba a ser Lou Reed. Cada cierto tiempo aparecen nuevas fotos. El catálogo iconográfico es interminable. Hace poco vi una foto suya desconocida: era un Lou Reed de niño, en la playa, con su padre y con su madre, era una instantánea de 1947. El periodista Ignacio Juliá, que fue su amigo, me reveló algo que me parece fascinante: cuando Lou murió su madre aún vivía. Su madre murió pocos días después. No sé por qué, imagino que por mi tendencia a mezclarlo todo con mi propio país, pensé en Antonio Machado y en su madre, en esa pensión de Colliure en donde agonizaron juntos en 1939.


Manuel Vilas, Cinco años sin Lou Reed, El País, 26/10/2018

No hay comentarios: